Con la presencia de unos 120 delegados y activistas de numerosos gremios se realizó el encuentro convocado por la Comisión Interna de Emfer, con el propósito de debatir la situación del movimiento obrero y fijar una política ante el derrumbe capitalista.
Estuvieron los papeleros de Massuh en lucha, el secretario general de la AGD-UBA en plan de lucha por el salario, delegados del Sutna seccional San Fernando, metalúrgicos de Siderar, la interna del Garrahan, de Ecotrans, delegados del subte, de telefónicos, internas gráficas – entre ellas Indugráf –, delegados de prensa de Perfil, Crónica y Popular; de Zanón, de Ecocarne, delegados del Instituto del Cine, del Colón, de Aerolíneas, de los médicos del Hospital Belgrano, de los no docentes de la UBA, del Hospital Municipal de Avellaneda, delegados y trabajadores del Inti, de la textil Pagoda, de Coca Cola, de Telecentro y de Mercedes Benz, entre otros.
En sus palabras de apertura, Rafael Artíguez, de Emfer, propuso los lineamientos del plenario: precisar un programa para hacer frente a la crisis industrial – que en términos generales, dijo, es común a todos los sectores combativos– y, fundamentalmente, traducirlo en algunas acciones concretas, discutir una convocatoria al 1º de Mayo y los pasos a seguir para dar continuidad a este espacio; propuso también, en virtud de la multitud de posiciones, dejar fuera del temario la cuestión electoral.
Durante varias horas, las intervenciones fueron dando cuenta del impacto de la crisis, que en mayor o menor medida afecta a todas las actividades. Se fueron poniendo de relieve los avances puntuales como la reciente huelga triunfante de La Nación, la movilización de los trabajadores de la carne y el nuevo sindicato del Subte.
La principal discusión giró en torno del 1º de Mayo. La mayoría defendió la convocatoria acordada por una serie de organizaciones de izquierda, presidida por la consigna “que la crisis la paguen los capitalistas”.
Como quedó muy claro por las argumentaciones y por el comunicado que se leyó, el objetivo de los firmantes es ir incorporando al acto a todas las expresiones de lucha dispuestas a sumarse.
Algunos ex MIC, ahora reagrupados en la Darío Santillán, y militantes del FOS, se opusieron a la presencia de los partidos, un argumento para justificar la realización de un acto previo en Plaza Lorea para luego “marchar al acto grande”.
Quien rechazó frontalmente sumarse al llamado a Plaza de Mayo fue un metalúrgico del PCR, que opuso el acto que su corriente está organizando en Armstrong junto con las patronales agroindustriales.
Se estableció, por acuerdo, el siguiente pliego programático:
• Que la crisis la paguen los capitalistas.
• Contra los despidos y las suspensiones.
• Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario.
• Defensa de las paritarias y aumento de salarios, mínimo igual a la canasta familiar.
• Denuncia de los programas de subsidios para viabilizar las suspensiones.
• Reclamo de subsidios no reintegrables para las cooperativas obreras y empresas recuperadas.
• Más presupuesto para salud y educación.
• Aumento de los planes de vivienda.
• Apoyo al nuevo sindicato del Subte; coordinación y apoyo a todos los conflictos.
• Nacionalización sin pago y bajo control obrero de las fábricas que despidan o cierren y de las privatizadas.
• No a persecución a los luchadores.
Se resolvió también difundir y apoyar la movilización de los papeleros de Massuh en fecha a decidir por la asamblea de la planta, realizar una agitación en la puerta de Ford días antes del fin de la conciliación y realizar a un segundo encuentro, el 16 de mayo, convocado por todas las organizaciones sindicales presentes.
Miguel Bravetti