La verdadera política de los Scioli y los K hacia los trabajadores quedó en evidencia el pasado viernes 19. El Estado, impotente a través del Ministerio de Trabajo y el poder judicial para frenar los incumplimientos de la patronal Río Bravo respecto al acta de Diciembre en la cual se comprometió a tomar a todos los trabajadores de la ex Robert Bosch, reprimio a través de la Federal y la Bonaerense a los obreros en conflicto, a las delegaciones fabriles (Siat Tennaris, Rioplatense y Kraft, también en lucha entre ellas) y organizaciones políticas, piqueteras y sociales que se dirigían a cortar la general paz, tras un acto en la puerta de la fábrica. Es también el verdadero rostro de San Martín, la “capital de la industria” del kirchnerista Ivoskus.
A ello se sumo posteriormente la revocación en segunda instancia de la medida cautelar que ordenara la reincorporación de todos los trabajadores.
Cabe recordar que este conflicto comenzó en diciembre cuando tras un proceso de vaciamiento, Robert Bosch “vendió” la empresa a Río Bravo Industrial, donde hoy trabaja un tercio de los trabajadores con un salario rebajado en un 30/40 por ciento. Un fraude laboral con todas las letras. Los trabajadores de Bosch reclaman la reincorporación de treinta trabajadores, entre los que se cuenta la comisión interna y lo mejor del activismo.
Adentro de la fábrica, los trabajadores se encuentran realizando un quite de colaboración en todos los turnos, en apoyo a la lucha de sus compañeros, pero el clima de amedrentamiento dentro de la fábrica vienen postergando la realización de un paro general de actividades.
La UOM, tibio tibio
Este viernes, los trabajadores tienen una reunión con el Ministerio de Trabajo Nacional en la cual los recibiría la Viceministro de Trabajo, vía en la cual un sector deposita importantes expectativas.
Esta claro que el Estado, en esta etapa de transición del movimiento obrero, no está dispuesto a resolver estas luchas a favor de los trabajadores y contra las patronales ni a través de la cartera laboral ni a través de los jueces. La realización de un bloqueo en la puerta de la fábrica durante una franja horaria que implique un paro contra la patronal y un plan de cortes coordinados con las fábricas de la zona en conflicto son la mejor respuesta que los trabajadores de la ex Robert Bosch y la clase obrera de la zona pueden dar a las patronales y el Estado, cómplices en descargar la crisis sobre los trabajadores.
Organización de los trabajadores independiente de la burocracia sindical y el Estado, medidas de lucha contra las patronales, solidaridad de las organizaciones sociales y políticas. Las lecciones de Kraft y FP siguen vigentes.
Germán S.
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